Un croissant es un delicioso bollo de origen francés, conocido por su forma de media luna y su textura hojaldrada. Se disfruta comúnmente en el desayuno o como un aperitivo, y se puede rellenar con chocolate, mermelada o simplemente disfrutarlo con café.
Su aroma y sabor a mantequilla lo hacen irresistible para muchos amantes de la pastelería.
Ingredientes
Para la masa:
- 500 gramos de harina de trigo
- 10 gramos de sal
- 50 gramos de azúcar
- 10 gramos de levadura fresca o 5 gramos de levadura seca
- 250 ml de leche tibia
- 250 gramos de mantequilla fría (para el hojaldre)
Para el hojaldre:
- 250 gramos de mantequilla fría (para el hojaldre)
- 1 huevo (para el glaseado)
- Una pizca de sal (para el glaseado)
Asegúrate de tener todos los ingredientes y utensilios listos antes de comenzar a preparar los croissants para una experiencia más eficiente en la cocina. ¡Disfruta horneando!
Preparación
– Disolver la levadura en la leche tibia y dejar reposar durante unos minutos hasta que comience a espumar.
– En un bol grande, mezcla la harina, la sal y el azúcar. Luego, agrega la mezcla de levadura y leche.
– Amasa la masa durante unos 10 minutos hasta que esté suave y elástica. Si la masa está muy pegajosa, puedes agregar un poco más de harina.
– Forma la masa en una bola, cubre el bol con film transparente y déjala reposar en el refrigerador durante al menos 1 hora o hasta que haya duplicado su tamaño.
– Mientras tanto, prepara el hojaldre. Extiende la mantequilla fría entre dos hojas de papel pergamino en forma de un rectángulo. Luego, refrigérala para que se endurezca.
– Después de que la masa haya reposado, estira la masa en forma de un rectángulo grande y coloca el rectángulo de mantequilla en el centro de la masa. Dobla los extremos de la masa sobre la mantequilla, de manera que la mantequilla quede completamente envuelta en la masa.
– Enrolla la masa en un rectángulo largo y delgado y luego dóblala en tercios, como si estuvieras doblando una carta. Refrigera la masa durante 30 minutos.
– Repite el proceso de estirar, enrollar y doblar la masa tres veces más, enfriándola entre cada vez.
– Después de la última vuelta, refrigera la masa durante al menos 1 hora o durante toda la noche. Precalienta tu horno a 220°C.
– Extiende la masa en un rectángulo y corta triángulos. Luego, enrolla cada triángulo desde la base hacia la punta para formar los croissants.
– Coloca los croissants en una bandeja para hornear forrada con papel pergamino. Bate el huevo con una pizca de sal y pinta los croissants con esta mezcla para darles un brillo dorado.
-Hornea los croissants en el horno precalentado durante 15-20 minutos, o hasta que estén dorados y crujientes.
– ¡Disfruta tus croissants caseros recién horneados!
¡Y ahí lo tienes! Croissants caseros frescos y deliciosos. Puedes disfrutarlos tal cual o rellenarlos con chocolate, jamón y queso, o lo que prefieras. ¡Buen provecho!