Hacer queso en casa puede parecer una tarea complicada y que requiere mucho tiempo, pero esta receta demuestra todo lo contrario. Con solo tres ingredientes y en tan solo seis minutos, puedes preparar un delicioso queso casero que es ideal para cualquier comida.
Además de ser extremadamente fácil de elaborar, el sabor es incomparable con el de los quesos industrializados, aportando la pureza de los ingredientes y la frescura de un producto recién hecho. 
Ingredientes
- 1 litro de leche entera
- 4 cucharadas de vinagre blanco o jugo de limón
- 1 cucharadita de sal
Modo de Preparo
Calentar la leche: En una cacerola, vierte la leche y coloca a fuego medio, calentando hasta que comience a formar pequeñas burbujas en los lados, sin dejar que hierva. El punto dulce es cuando la leche está bien caliente pero no burbujeante. Esto asegura que la leche se coagule correctamente al agregar el ácido.
Agrega el vinagre o limón: Una vez que la leche esté caliente, agrega las cuatro cucharadas de vinagre blanco o jugo de limón. Remueve suavemente con una cuchara de madera o una espátula y notarás que la leche comenzará a cuajar inmediatamente, separándose en una parte líquida (el suero) y una parte sólida (la cuajada).
Sazone el queso: Después de que la leche se haya cuajado por completo, agregue la sal y revuelva suavemente para incorporar el condimento. La sal es clave para realzar el sabor del queso y también ayuda a la conservación.
Colar el queso: Vierta la mezcla a través de un colador fino o un paño limpio (como un paño de cocina o una gasa) colocado sobre un bol para separar el suero de la cuajada. Déjalo escurrir unos minutos, presionando suavemente para eliminar el exceso de líquido, pero sin comprimir demasiado para que el queso mantenga una textura suave.
Dar forma al queso: Una vez escurrido, puedes transferir la cuajada a un recipiente pequeño, como un molde o frasco, para dar forma al queso. Presione ligeramente para que tome la forma deseada. Si prefieres un queso más firme, déjalo escurrir por más tiempo.
Servir: El queso estará listo para comer de inmediato, pero se puede refrigerar durante unas horas si prefiere una consistencia más firme. Sirva en rodajas, cubitos o rallado, según su preferencia.
Consejos y conclusión
Si desea agregar un toque a su queso casero, intente agregar hierbas frescas como orégano, albahaca o perejil al condimento. Otra opción es incorporar pimienta negra molida, ajo deshidratado o incluso nueces picadas para crear una variación de sabor interesante.
Estas adiciones se hacen justo después de que la cuajada se sazona con sal y antes de que se les dé forma, asegurando que el sabor se extienda por todo el queso.
Ya sea para un refrigerio rápido, un desayuno especial o como complemento a ensaladas y sándwiches, este queso se convertirá en un comodín en su cocina. ¡Pruébalo y sorpréndete con el resultado!
