Quizá el hecho de meter un rollo de papel higiénico en la nevera te parezca que no tiene demasiado sentido, pero en cuanto te contemos para qué sirve querrás hacerlo. Es un truco que se ha hecho viral en redes sociales, ya que resulta de gran utilidad para eliminar los malos olores. A continuación te contamos cómo ponerlo en práctica.
Lo que necesitas es, por un lado, un rollo de papel higiénico y, por otro lado, bicarbonato de agua y sodio. El bicarbonato de sodio es uno de los productos más utilizados en la limpieza del hogar porque tiene propiedades antisépticas, antifúngicas y antibacterianas. Lo que debes hacer es lo siguiente.
En primer lugar, prepara una mezcla de bicarbonato de sodio y agua en un bol. También puedes añadir unas gotas de aceite esencia de árbol de té o de limón.
Luego, empapa el rollo de papel higiénico en la mezcla y mételo en la nevera. Lo que conseguirás con esto es que el bicarbonato de sodio absorba cualquier mal olor que se forme.
Además, puedes aprovechar la mezcla de agua y bicarbonato de sodio para limpiar la nevera en profundidad. Añade a la mezcla unas gotas de limón, sumerge una esponja en ella y frota las paredes y compartimentos de la nevera. Deja que actúe durante cinco minutos y retira con un paño absorbente.
¿Cómo limpiar la nevera?
De todos los electrodomésticos que hay en el hogar, la nevera es uno de los que menos se limpia. Y es un gran error, porque con el paso del tiempo acumula una gran cantidad de bacterias y restos de alimentos. Para evitarlo, es fundamental no solo limpiar, sino también desinfectar la nevera periódicamente. No es simplemente cuestión de higiene, sino también de salud.
Además de la solución casera a base de bicarbonato de agua y sodio, existen otros remedios que ofrecen unos resultados fantásticos. Uno de los más efectivos para desengrasar y desinfectar todas las partes de la nevera y eliminar los malos olores es el del vinagre blanco.
Mezcla en un recipiente media taza de vinagre blanco y una taza de agua. Una vez lista la mezcla, ponla en un atomizador y, con la nevera vacía, rocíala por todas las paredes y superficies. Deja que actúe durante cinco minutos y frota con un paño absorbente.
Por último, cabe señalar que lo más recomendable cambiar el rollo de papel higiénico y limpiar la nevera todas las semanas.