¿Está demasiado acostumbrado a pasar el tiempo sentado en el baño con su teléfono viendo vídeos de gatitos o el último episodio de su serie favorita? Hay buenas razones para no utilizar el teléfono en el retrete.
¿Cuáles son los riesgos de usar el móvil en el retrete?
Antes, pilas de revistas viejas nos hacían compañía en la intimidad de nuestro cuarto de baño. Hoy en día, basta con tener el móvil a mano para disfrutar de videorecetas, leer las últimas noticias, seguir viendo su serie de televisión favorita, cortar fruta en una tabla de cortar imaginaria o recoger monedas.
Todos lo hacemos y, sin embargo, según los expertos, tener el móvil en la mano mientras se está sentado en el retrete es un hábito profundamente erróneo. De hecho, los retretes son uno de los lugares más ricos en gérmenes y bacterias del mundo.
Suelos, grifos, superficies de duchas y bañeras e inodoros albergan colonias de bacterias que pueden migrar fácilmente a nuestros smartphones a través de nuestras manos sucias y acompañarnos a todas partes, firmemente ancladas a nuestros teléfonos.
Las bacterias que proliferan en el baño proceden principalmente de nuestras heces y orina, pero también de nuestra boca (cuando nos cepillamos los dientes) y pueden ser el vector de enfermedades como la salmonela, la hepatitis o los estreptococos.
Un estudio realizado hace unos años en los smartphones de estudiantes de secundaria mostró la presencia de E. Coli y otras bacterias nocivas en la superficie de los dispositivos, mientras que otro estudio realizado en el Reino Unido demostró que la pantalla de un smartphone suele estar más sucia que el asiento de un inodoro.
Además de la contaminación bacteriana, existe otro riesgo asociado al uso del teléfono en el inodoro mientras se está sentado durante largos periodos de tiempo distraído por el smartphone, como muestran los primeros resultados de ensayos clínicos: las hemorroides.
El problema en este caso no es el uso del smartphone en sí, sino pasar demasiado tiempo sentado en el inodoro del baño. Desde luego, andar con el móvil y todas las distracciones que nos hace perder el tiempo no nos anima a acelerar nuestras operaciones.
Y eso no es todo, presta atención a lo siguiente.
Cuando jalamos la palanca, pequeñas partículas del agua del inodoro —la cual contiene orina y heces— llegan a salpicar el escusado y otros muebles, donde con frecuencia apoyas tu teléfono.
Los gérmenes que se impregnan en tu celular pueden transmitir salmonella, E. coli, estreptococo, hepatitis, gastroenteritis, norovirus y otras enfermedades diarreicas.
Llevar el celular al baño es como no lavarse las manos, pues los gérmenes que quedan en el movil terminarán en todo lo que toques, incluso en tu comida.
Soluciones para no usar el móvil en el baño
¿Cómo evitar estos riesgos? Muy sencillo: no deje el móvil en el baño de casa y guárdelo bajo llave en el bolso o la mochila si utiliza un aseo público. De este modo, minimizamos los efectos de la contaminación.
También limitamos el tiempo que pasamos en el retrete a un máximo de 15 minutos: si tenemos la costumbre de distraernos, ponemos un reloj en el cuarto de baño y lo controlamos para ver cuánto tiempo pasamos realmente sentados en el retrete.
Por último (lo sabemos, pero no hace falta decirlo), nos lavamos bien las manos con agua corriente y jabón, para poder eliminar la mayor parte de las bacterias fecales de nuestras manos y recoger todas nuestras pertenencias -incluido nuestro smartphone- sin correr el riesgo de contaminarnos.
Estamos seguros de que después de leer este artículo, no llevarás tu smartphone tan ligero al baño.