4 Secretos de Jardinero Para Salvar una Planta MUERTA (y Hacerla Revivir).

¡Acabas de llegar a casa y tu planta se está muriendo? ¡No te preocupes, porque con un poco de suerte, puede que no sea demasiado tarde! ¡Incluso cuando una planta de interior parece estar completamente muerta, tal vez no lo esté! Entonces, ¿cómo puedes salvar y revivir una planta muerta? Lo primero que hace la mayoría de las personas es regarla.

Sin embargo, uno de los errores más comunes es regar en exceso una planta, ¡ya que el exceso de agua puede empeorar la situación! Por lo tanto, antes de salvar una planta, es importante comprender las causas de su deterioro.

Aquí hay 4 secretos de jardinero para salvar una planta muerta y hacerla revivir. ¡Mira:

¿Es posible resucitar una planta muerta?

¡La respuesta es sí! Mientras las raíces estén vivas, hay esperanza de que tu planta vuelva a la vida. Raíces sanas y blancas son señal de que tu planta aún tiene una oportunidad de revivir.

Mejor aún, intenta raspar la base del tallo para quitar la corteza seca. Si el interior del tallo sigue siendo verde, eso indica que hay señales de vida. El primer paso es deshacerse de las partes muertas de la planta.

Con la ayuda de unas tijeras de podar, corta las hojas y la parte superior de los tallos muertos, especialmente si las raíces están dañadas. Comienza desde arriba y corta todo lo que esté marrón, seco y muerto.

Detente tan pronto como veas verde en el interior del tallo, ya que eso significa que estás en una parte viva de la planta. Con menos tallos muertos, las raíces estarán menos estresadas y podrán recuperarse más rápidamente.  Y con un poco de suerte, nuevos brotes pronto aparecerán en los tallos cortados. Ahora que se han cortado los tallos muertos, puedes proceder al «diagnóstico» de tu planta.

Aquí están todos los síntomas y peligros que debes conocer, y sobre todo, los secretos de jardinero para resucitar una planta muerta.

1-La planta está demasiado regada.

La planta está siendo regada en exceso.

Síntomas: las hojas están marchitas, de color marrón o amarillento; el suelo está húmedo.

Solución: coloca la planta en un lugar sin exposición directa al sol y espacia los riegos. Si es posible, trasplanta la planta en tierra seca.

-La planta no está recibiendo suficiente agua.

Síntomas: las hojas están marchitas y secas, de color marrón; el suelo está seco y compacto.

Solución: riega tu planta sin ahogarla. Colócala en un fregadero, llena la maceta y espera a que el exceso de agua se drene. Si es posible, coloca tu planta en un lugar húmedo y sin exposición directa al sol.

Si riegas tu planta con demasiada frecuencia, sus tallos se volverán blandos y marchitos. Sus hojas también se volverán marrones y amarillentas. Si ese es el caso, no agregues fertilizante ni barras nutritivas al suelo antes de estar completamente seguro de que tu planta se ha recuperado por completo.

De hecho, las raíces, que son particularmente sensibles, necesitan tiempo para sanar. Del mismo modo, coloca una planta regada en exceso en un lugar sin exposición directa al sol. Y asegúrate de espaciar los riegos hasta que sus raíces se hayan recuperado.  Sabrás que tu planta se ha recuperado por completo cuando sus hojas hayan recuperado su color verde y el suelo no esté ni demasiado húmedo ni demasiado compacto.

2-La planta está recibiendo demasiada luz solar.

Síntomas: las hojas están secas y tienen manchas oscuras o decoloradas.

Solución: coloca tu planta en un lugar con menos exposición al sol y, si es posible, con más humedad. Riega abundantemente y corta las hojas muertas.

-La planta no está recibiendo suficiente luz solar.

Síntomas: las hojas están pálidas, los tallos se debilitan, la planta deja de crecer o crece más lentamente de lo esperado.

Solución: colócala en un lugar más soleado y limpia el polvo de las hojas. Limpia tus ventanas y agrega grava o bolas de arcilla de color claro en la maceta para reflejar la luz.

Cada planta es única y reacciona de manera diferente a la luz solar. Algunas plantas requieren mucha luminosidad, mientras que otras no toleran la exposición directa al sol.  Por lo tanto, un cambio repentino en la iluminación de una planta puede ponerla en estado de shock. Por ejemplo, cambiar la ubicación de tu planta o colocar cortinas en la habitación.

En general, la iluminación ideal debe ser adecuada, sin ser demasiado directa. Para conocer las necesidades específicas de tu planta en cuanto a la exposición solar, puedes obtener información en una tienda de jardinería.  De esta manera, sabrás exactamente cuánto sol necesita y podrás encontrar el lugar perfecto en tu hogar para que pueda florecer.

3-La planta está siendo atacada por insectos plagas.

Síntomas: las hojas se deforman y cambian de color: hojas agujereadas, dobladas, enrolladas, con manchas blanquecinas o crecimientos anormales.

Solución: la mayoría de las plagas pueden ser eliminadas limpiando las hojas con una simple mezcla de agua y jabón suave.  Ninguna planta está libre de sufrir un ataque de insectos plagas. Afortunadamente, la mayoría de estas plagas son fáciles de combatir y eliminar.

Puedes plantar plantas repelentes alrededor de tus otras plantas para protegerlas de una invasión. Si las hojas cambian de color o forma, significa que están siendo atacadas por insectos plagas que chupan la savia de tus plantas.

Y si tu planta ya no crece como debería, puede ser una señal de que hay insectos ocultos que la están dañando.  Las larvas de algunos insectos también pueden causar daños y provocar crecimientos anormales en las hojas de las plantas.

4-La planta necesita fertilizante.

Síntomas: los tallos de la planta se debilitan, las hojas están deformadas o decoloradas, y su crecimiento es lento.

Solución: trasplanta la planta a una maceta más grande con un suelo rico en nutrientes para estimular el crecimiento de las raíces.

Si no puedes trasplantar, añade fertilizante o un sobre nutritivo para enriquecer el suelo. Al igual que los humanos y los animales, las plantas también necesitan alimentarse. Sin un aporte de fertilizante, tu planta no tendrá suficientes nutrientes para alimentarse y su crecimiento se ralentizará.  Afortunadamente, puedes hacer fácilmente tu propio fertilizante casero con productos que ya tienes en casa, que contienen todos los nutrientes que tu planta necesita.

Fuente: 4 Secrets de Jardinier Pour Sauver une Plante Morte (et la Faire Repartir). (comment-economiser.fr)

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