El pesto, una deliciosa salsa originaria de la cocina italiana, específicamente de la región de Liguria, tiene como protagonista principal la albahaca y detrás de sus exquisitos sabores se esconde una historia tradicional que llega a nuestras mesas.
En esta ocasión, aprenderemos a prepararla fácil y sencillamente en casa, para que acompañe nuestras pastas, arroces y carnes. Su versatilidad la hace ideal también para realzar el sabor de una pizza o cualquier otro plato que nos encante. Además, podemos preparar una cantidad suficiente para conservar en la heladera y tenerla siempre a mano para nuestras comidas.
A continuación, te mostraremos los ingredientes básicos necesarios y el proceso de preparación:
Ingredientes
- 50 gr. de albahaca
- Aceite de oliva, cantidad necesaria
- 20 gr. de nueces (opcional)
- 2 cucharadas de queso rallado (Parmesano)
- Sal gruesa
- 2 dientes de ajo
Preparación
- Pelar los dientes de ajo y machacarlos en un mortero con un poco de sal gruesa hasta obtener una textura pastosa.
- Agregar las hojitas de albahaca y algunos granos de sal gruesa poco a poco al mortero, machacando repetidamente hasta que toda la albahaca esté incorporada. También se pueden añadir algunos granos de sal gruesa adicionales.
- Incorporar las nueces y seguir machacando hasta que estén bien molidas. Luego, agregar el queso rallado y mezclar bien todos los ingredientes.
- Es importante añadir el aceite de oliva poco a poco mientras seguimos machacando los ingredientes en el mortero. Repetir esta acción hasta obtener la textura deseada.
¡Listo! Ahora tienes esta sabrosa salsa pesto, perfecta para acompañar tus platillos favoritos.
Consejos y Trucos
- Si no dispones de un mortero, puedes utilizar una minipimer para procesar todos los ingredientes.
- Si es posible, utiliza queso parmesano, ya que realzará aún más el sabor.
- La sal marina es una excelente opción, pero si solo tienes sal gruesa, funcionará igual de bien.
- Opta por el aceite de oliva extra virgen para obtener el mejor resultado.
- Aunque tradicionalmente se utiliza un mortero, también puedes ajustar la textura según tus preferencias personales.
- Mantén agua tibia a mano durante la preparación del pesto. Si la salsa queda demasiado espesa, puedes agregar unas cucharadas del agua en la que herviste la pasta para aligerarla y lograr la textura deseada.
- Si deseas suavizar el sabor del ajo, colócalo en una cacerola con agua fría y caliéntalo a fuego medio. Cuando el agua comience a hervir, retira los dientes de ajo, quítales la piel y sécalos con papel absorbente. Así, al usarlos en la salsa, su sabor será más suave y resultará más digestivo.
Con estos consejos y pasos sencillos, podrás disfrutar de un auténtico pesto casero que deleitará a tus comensales y elevará tus platos a otro nivel de sabor. ¡Buen provecho!