El ajo, un tesoro culinario apreciado en muchas cocinas, puede ser una adición exquisita a tus platos si se conserva adecuadamente. Sin embargo, almacenarlo incorrectamente puede llevar a que brote, se seque o se eche a perder. Pero no te preocupes, ¡tenemos la solución perfecta para ti: congelarlo!
Beneficios del Almacenamiento en el Congelador
Cuando congelas el ajo, conserva sus propiedades, aroma y sabor intactos. Además, al seguir correctamente estos pasos, simplificarás el proceso de preparación en la cocina.
Pasos para Congelar el Ajo
1. Preparación Inicial
Para comenzar, limpia y lava el ajo. Luego, tritúralo usando un molinillo de carne. Si no tienes uno, puedes optar por un rallador o incluso un mortero.
2. Distribución Equitativa
Coloca una pequeña porción del ajo triturado en una bolsa de plástico. Aproximadamente tres cucharadas soperas son suficientes. Asegúrate de distribuirlo uniformemente a lo largo de la bolsa y luego dobla los bordes para sellarla.
3. Segmentación
Utiliza una regla para dividir la capa de ajo en pequeños cubos. Una vez segmentado, coloca la bolsa en el congelador.
Ventajas del Uso
Este método de almacenamiento garantiza que el ajo permanezca fresco y listo para su uso. Además, su conveniencia es insuperable: simplemente retira unos cuantos cubos cuando los necesites y agrégalos a tus recetas. No hay necesidad de pelar, lavar o triturar el ajo.
¡Maximiza tu experiencia culinaria con ajo siempre fresco y listo para cocinar!