¿Quién puede resistirse a una deliciosa pizza casera? La clave para llevar tu pizza al siguiente nivel radica en una buena salsa. Esta receta de salsa para pizza no solo es fácil de preparar, sino que también está repleta de sabores frescos y vibrantes que harán que tus pizzas sean irresistibles. Con solo unos pocos ingredientes, podrás crear una base que realzará cada bocado de tu creación culinaria.
La salsa para pizza es el alma de este icónico platillo italiano, y con esta receta, podrás personalizarla a tu gusto. Ya sea que prefieras una salsa más suave o con un toque picante, esta receta se adapta a tus preferencias. ¡Prepárate para impresionar a tus amigos y familiares en tu próxima noche de pizza!
Ingredientes:
- 🍅 400 gramos de tomates triturados (puedes usar tomate fresco pelado o enlatado)
- 🧄 2 dientes de ajo picados finamente
- 🫒 1 cucharada de aceite de oliva
- 🍬 1 cucharadita de azúcar (opcional, para reducir la acidez del tomate)
- 🧂 1 cucharadita de sal
- 🌿 1/2 cucharadita de orégano seco
- 🌱 1/2 cucharadita de albahaca seca (o fresca, picada)
- 🌶️ Pimienta negra al gusto
- 🌶️ Una pizca de chile o pimiento rojo triturado (opcional, si te gusta un toque picante)
Preparación:
-Calienta el aceite de oliva en una sartén a fuego medio.
-Agrega el ajo picado y sofríe durante unos 30 segundos, hasta que esté fragante, pero sin dejar que se dore demasiado.
-Añade los tomates triturados y mezcla bien. Si usas tomates frescos, asegúrate de triturarlos bien o usar una batidora.
-Incorpora el azúcar, la sal, el orégano, la albahaca y la pimienta negra. Mezcla todo bien.
-Cocina la salsa a fuego lento durante 15-20 minutos, removiendo ocasionalmente, hasta que espese y los sabores se mezclen bien.
-Si deseas, puedes triturar la salsa con una batidora si prefieres una textura más suave.
-Prueba y ajusta la sazón según sea necesario (más sal, azúcar o especias).
-Deja enfriar un poco antes de usarla en la pizza.
La salsa para pizza que has preparado es el complemento perfecto para cualquier masa, ya sea fina y crujiente o gruesa y esponjosa. No solo es fácil de hacer, sino que también puedes almacenarla en el refrigerador por varios días, lo que la convierte en una opción práctica para tus cenas improvisadas. Así que, ¡prepárate para disfrutar de una noche de pizza en casa que hará que todos pidan más! 🍕✨
