Es muy seguro que la mayoría de nuestros lectores las mantenga juntas en el cajón del refrigerador o en algún sitio de la alacena, sin embargo, para la adecuada conservación de este tipo de alimentos, lo mejor es almacenarlos por separado.
En esta nota te contaremos cuál es la razón por la que nunca debes almacenar las papas junto con las cebollas, así como cuáles son las mejores condiciones de almacenamiento para ambos vegetales. Veamos todos los detalles a continuación, ¡sigue leyendo!
¿Por qué nunca se deben almacenar las papas junto con las cebollas?
Las papas y las cebollas nunca deben almacenarse juntas debido a que ciertas características propias de cada uno de los vegetales las hacen incompatible para conservarse de manera adecuada, lo que propicia que su tiempo de vida sea mucho más corto.
Su combinación es indispensable en múltiples preparaciones culinarias y suele agradar hasta al comensal más exigente. No obstante, la patata y la cebolla no siempre hacen buena pareja, sobre todo en el momento de conservarlas.
El culpable es el etileno, un gas que desprenden las frutas y verduras de forma natural al madurar, que provoca que estas cambien de tonalidad, obtengan una textura más blanda y consigan el sabor y aroma que las caracteriza.
Este gas es necesario para que las hortalizas alcancen su punto idóneo, pero puede convertirse en un inconveniente si almacenamos ingredientes que lo produzcan en grandes cantidades junto a otros que no lo hagan. Este es el caso de la patata, que si bien no es uno de los alimentos que más etileno desprende, cuando presenta grillos, cortes y su piel empieza a arrugarse aumenta la emisión. Si esto sucede cuando se almacena con cebolla, esta última se deteriorará antes.
En segunda instancia, el contenido de humedad de las papas es una condición contraindicada para las cebollas, ya que en este ambiente estas últimas se estropearían con facilidad, perdiendo las características deseables para su consumo, además de que serían mucho más propensas a la aparición de moho, un hongo microscópico que aprovecha la humedad para desarrollarse y crecer sobre distintos alimentos, como las cebollas.
Por otro lado, el almacenamiento de estos vegetales juntos podría proporcionar un ligero aumento de etileno en el ambiente en el cual se están almacenando. Aunque en ambos casos la producción de este compuesto después de la cosecha es muy bajo, las papas son especialmente sensibles a él y con un ligero aumento de este compuesto, producido por las cebollas, las papas se pueden echan a perder y generar la producción de brotes, los cuales no son seguros para el consumo humano, lo que disminuiría la vida útil de estos alimentos.
¿Cuál es el almacenamiento adecuado para estos vegetales?
Tanto las cebollas como las papas se conservan de manera adecuada fuera del refrigerador, para cada caso, siga estas recomendaciones.
1-Almacenamiento Adecuado de Papas
-Almacene en un lugar oscuro y seco. Estos vegetales no deben estar en contacto con la luz solar, pues esto es lo que propicia que se vuelvan verdes y les salgan brotes, por otra parte, también es indispensables cuidarlas de la humedad.
De este modo, para un almacenamiento adecuado coloque estos vegetales en una bolsa de papel o de supermercado de color oscuro que permita mantenerlas bien ventiladas y guárdelas en sitios como sótanos, bodegas o gabinetes alejados de fuentes de calor (como estufa u horno) y con suficiente espacio para que haya buen flujo de aíre alrededor de ellas.
-Evite la refrigeración. Este tipo de vegetales no necesitan del almacenamiento en refrigeración, pues estas temperaturas bajas pueden cambiar las características de color, sabor y textura deseables de este alimento, según indica la Universidad de Michigan.
2-Almacenamiento Adecuado de Cebollas
-No utilices bolsas de plástico. Las cebollas requieren de una buena ventilación, por lo cual, lo mejor es buscar una malla, red o bolsa de papel con pequeños agujeros.
-Almacena en un lugar seco, oscuro y fresco. Al igual que con las papas, las cebollas se conservan mejor lejos de la luz solar, en un sitio que no mantenga humedad y que sea lo más fresco posible. De este modo, una vez que ya estén en la malla, red o bolsa de papel, puede resguardarlas en sitios como sótanos, bodegas o gabinetes alejados de fuentes de calor (como estufa u horno) y de las papas u otros alimentos o vegetales que sean especialmente húmedos.