Las cáscaras de fruta son ingredientes que solemos desechar después de preparar deliciosas recetas, sin embargo, estos desechos orgánicos están colmados de múltiples nutrientes a los que puedes sacarle provecho. En esta ocasión te diremos cómo aprovechar la cáscara de melón para hacer un abono casero para plantas y suculentas que las hará crecer y florecer más rápido.
Abonar las plantas es un paso fundamental en el cuidado del jardín, ya que así le brindamos nutrientes y vitaminas que las plantas requieren para crecer y desarrollarse correctamente. Si bien hay abonos para plantas que puedes encontrar en viveros o supermercados, aquí te enseñaremos a hacer un fertilizante casero con el que no gastarás ni un centavo.
¿Cómo hacer abono orgánico con cáscara de melón?
Los fertilizantes para plantas se elaboran en la mayoría de los casos a partir de componentes de desecho de frutas y verduras. Además, también puedes utilizar otros ingredientes como posos de café sin tirarlos.
Si compraste melón, ¡no tires la cáscara! Mejor aprovéchala y haz tu propio abono casero para plantas y suculentas. Lo mejor es que no es necesario que gastes un solo centavo, ya que solo necesitas la cáscara de un melón y agua.
Para hacer este abono orgánico primero corta la cáscara de melón en pequeños pedazos y, posteriormente, coloca en una olla. Vierte agua hasta cubrir las cáscaras y hierve durante 10 minutos. Deja que enfríe la mezcla y cuela.
Riega tus plantas y suculentas con este fertilizante casero una vez al mes durante la temporada de crecimiento (primavera y verano). En poco tiempo notarás cómo tu jardín luce espectacular gracias a este abono casero.
¿Qué aporta la cáscara de melón a las plantas?
El melón es una de las frutas más deliciosas y que, generalmente, se sirve en el desayuno, sin embargo, es uno de los alimentos más saludables debido a su gran cantidad de vitaminas y minerales.
Quienes también aprovechan estos nutrientes son las plantas y suculentas, ya que la cáscara de melón aporta vitamina C y B9, calcio, fósforo, magnesio y betacarotenos, los cuales son elementos esenciales para mejorar el crecimiento de las plantas.